martes, 26 de enero de 2016

El carnero y el macho cabrío

En el año tercero del reinado del rey Belsasar me apareció una visión a mí, Daniel […]” (Daniel 8:1)
Con estas palabras introduce Daniel la visión profética cuyo cumplimiento ha sido de los más acreditados por la historia seglar. En su relato escrito el profeta describe la sucesión de las siguientes dos potencias mundiales mucho tiempo después de tener la visión. 
El cumplimiento histórico de esta profecía es de mucho interés; entre otras cosas, porque proporciona una evidencia más para creer en la Biblia como Palabra de Dios, el único que puede anunciar “lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho.” (Isaías 46:10)
El primer dato que se ha de determinar es cuándo ocurrió la visión. Daniel dice que fue “en el año tercero del reinado del rey Belsasar.” Se dan distintas fechas para ese año, pero en ningún caso puede ser después del 539 a. C., que según los registros históricos, fue el año en que Belsasar murió y Babilonia fue conquistada.
La profecía se registra en el capítulo 8 del libro de Daniel y atendiendo a los símbolos, podríamos dividirlo en tres secciones:
  • Descripción y significado del carnero. (Daniel 8:3-4; 20)
  • Descripción y significado del macho cabrío. (Daniel 8:5-8; 21-22)
  • Descripción y significado del cuerno pequeño. (Daniel 8:9-14; 23-26) 
Para el propósito de este artículo vamos a ocuparnos exclusivamente en las dos primeras secciones. La razón de excluir el “cuerno pequeño” es porque éste se ofrece a varias interpretaciones; en cambio, los apartados del carnero y el macho cabrío son explicados por la misma profecía.

Descripción del carnero y su significado
Alcé los ojos y miré, y he aquí un carnero que estaba delante del río, y tenía dos cuernos […]” (Daniel 8:3)
En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos, éstos son los reyes de Media y de Persia.” (Daniel 8:20)
La visión profética se introduce con el carnero que representa a “los reyes de Media y de Persia”, es decir, a la sucesión de reyes que gobernaron el imperio medo persa. Originalmente, los  medos y los persas provenían de dos tribus emparentadas entre sí.  
“[…] y aunque los cuernos eran altos, uno era más alto que el otro; y el más alto creció después.” (Daniel 8:3)
Con el tiempo fueron los medos quienes empezaron a despuntar con importantes conquistas hasta que, bajo el reinado de Astiages se convirtieron en la mayor potencia de Asia Menor. Para ese tiempo, los persas eran súbditos de los medas. Así, los medos fueron representados en la profecía por el primer cuerno alto. 
Pero los persas acaudillados por Ciro también fueron adquiriendo poder, y en el año 550 a. C. vencen a los medos, convirtiéndose en el cuerno más alto que creció después. No obstante, los medos no son subyugados por los persas, sino que fueron tratados como confederados. De esa manera Ciro unificó todo el poder formando el imperio “Medo-Persa”. 
Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte y al sur, y que ninguna bestia podía parar delante de él, ni había quien escapase de su poder; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.”  (Daniel 8:4)
En los aproximadamente dos siglos que duró su hegemonía, el imperio Medo-Persa se extendió de forma significativa en tres direcciones: Oeste, Norte y Sur, es decir, conquistó Asia Menor, Babilonia, Siria y Egipto. De esta manera se convirtió en el imperio más grande en extensión conocido hasta entonces, ciertamente “se engrandecía”. Ninguna nación (bestia) se resistía a su poder. Un título frecuente en los reyes persas era “rey de reyes”.

Descripción del macho cabrío y su significado
Mientras yo consideraba esto, he aquí un macho cabrío venía del lado del poniente […]” (Daniel 8:5)
El macho cabrío es el rey de Grecia […]” (Daniel 8:21)
Después del carnero, un macho cabrío entra en escena. Se trata del rey de Grecia. La historia muestra que al imperio Medo-Persia le sucedió el imperio de Grecia. 
“[…] venía del lado del poniente sobre la faz de toda la tierra, sin tocar tierra; y aquel macho cabrío tenía un cuerno notable entre sus ojos […]” (Daniel 8:5)
“[…] el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey primero.” (Daniel 8:21)  

El rey de Grecia” es representado por el “cuerno notable”. Se trata de Alejandro Magno, el primer rey y sin duda el más destacado. Un rey ciertamente notable que ascendió al trono de Macedonia, al poniente de Persia. Alejandro Magno es reconocido por los analistas militares como uno de los mayores conquistadores de la historia, destacando por su genialidad y por la velocidad con la que cruzó grandes extensiones de terreno, como ‘si no tocara la tierra’.
Y vino hasta el carnero de dos cuernos, que yo había visto en la ribera del río, y corrió contra él con la furia de su fuerza. Y lo vi que llegó junto al carnero, y se levantó contra él y lo hirió, y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tenía fuerzas para pararse delante de él; lo derribó, por tanto, en tierra, y lo pisoteó, y no hubo quien librase al carnero de su poder.” (Daniel 8:6-7) 

Alejandro comenzó la guerra contra Persia en 334 a. C. y con un ejército muy inferior al de Persia, en el río Gránico obtuvo su primera victoria.

Posteriormente, en 333 a. C. en la ciudad de Isos venció al gran ejército persa dirigido por Darío III. Tras esta batalla, Darío intentó en varias ocasiones alcanzar la paz con Alejandro, llegando incluso a cederle un extenso territorio de Asia y proponiéndole  una alianza familiar casándose con su hija. Alejandro le respondió: ‘No me trates como igual, sino como el soberano de Asia y dueño de todo cuanto te perteneció antes. ¡Y si no compartes mi opinión, mídete conmigo en el campo de batalla y no huyas!’.
Darío se vio obligado a recomponer de nuevo un gran ejército y presentó batalla en 331 a. C. donde obtuvo otra aplastante derrota, y poco después murió. Alejandro se dirigió a la capital de Persia, Persépolis, a la que saqueó y quemó, concluyendo así la destrucción del Imperio persa.
Ciertamente, la disposición de Alejandro contra el Imperio persa fue de correr “contra él con la furia de su fuerza”, hasta que finalmente “lo derribó” y “lo pisoteó”.
La aplastante derrota del Imperio persa a manos de Alejandro sucedió dos siglos después de escribirse esta profecía. A este respecto es interesante lo que historiador judío Josefo menciona en la ocasión en que Alejandro estuvo en Jerusalén: “[a Alejandro] le enseñaron el libro de Daniel, en el cual se anuncia que el imperio de los griegos destruirá al de los persas; creyendo que se refería a él, satisfecho despidió a la multitud. Los llamó de nuevo al día siguiente, y les dijo que pidieran lo que quisieran.”  (Antigüedades Judías, libro XI, capítulo VIII, sección 5)
Y el macho cabrío se engrandeció sobremanera; pero estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fue quebrado […]” (Daniel 8:8)
El nuevo imperio macedonio-griego dirigido por Alejandro Magno “se engrandeció sobremanera”, su dominio comprendió todo el territorio del anterior Imperio persa y se extendió a todo el mundo conocido. En tan sólo 12 años consiguió un vasto imperio, pero en el 323 a. C. enfermó y murió cuando sólo tenía 33 años, el “gran cuerno fue quebrado”. 
“[…] y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables hacia los cuatro vientos del cielo.” (Daniel 8:8)
Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa nación, aunque no con la fuerza de él.” (Daniel 8:22)
Después de la inesperada muerte del primer rey Alejandro, el Imperio entró en una secuencia de luchas sucesorias en un intento por conservar la unidad y en donde murieron los hijos de Alejandro. Finalmente el Imperio quedó repartido entre cuatro de sus generales representados por los “cuatro cuernos notables”. Casandro tomó Macedonia y Grecia, Lisímaco se apoderó de Asia Menor, Seleuco Nicátor se quedó con la zona oriental hasta el río Indo y Tolomeo Lago reinó sobre Egipto y Palestina. De esta manera ‘cuatro reinos se levantaron hacia los cuatro vientos del cielo’ pero ninguno de los cuatro alcanzó “la fuerza de él”, Alejandro Magno.

La profecía del capítulo 8 de Daniel se cumplió asombrosamente en todos los detalles: 
  • El establecimiento del Imperio Medo-Persa (el carnero)
  • La fracción persa prevaleció sobre la meda (cuerno más alto que el otro)
  • Con dos siglos de antelación se predijo la aparición del Imperio Macedonio-Griego creado y dirigido por Alejandro Magno (el macho cabrío)
  • Éste atacó y derrotó con suma rapidez al Imperio Medo-Persa (hirió y derribó al carnero)
  • La muerte inesperada del primer rey Alejandro (el cuerno fue quebrado)
  • El reparto del Imperio entre cuatro generales (en su lugar salieron cuatro cuernos)

La historia testifica que todo eso así ocurrió. Esta profecía no pudo originarse de ningún humano por muy sabio y perspicaz que fuera. Sólo cabe pensar que procedió de aquel que puede anunciar “lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho.” (Isaías 46:10)

 __________________________________________
BIBLIOGRAFÍA
Flavio Josefo. Antigüedades judías
Enciclopedia Encarta
Historia Universal





Las profecías mesiánicas

Y [Jesús] les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.” (Lucas 24:44) 
La Biblia es un libro abundante en profecías referidas a muchos personajes, pueblos, lugares, etc. Pero el tema profético que más destaca es la venida y ministerio de Jesucristo como el Mesías prometido. Se han encontrado centenares de profecías registradas “en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”. Todas ellas fueron escritas siglos antes de su cumplimiento. A continuación, algunas de las profecías más sobresalientes:

Sería descendiente de David

He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.” (Jeremías 23:5) 
CUMPLIMIENTO:
Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón […] y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo. De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.” (Mateo 1:6-17)
Nacería de una virgen
Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.” (Isaías 7:14) 
CUMPLIMIENTO:
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. […] Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” (Mateo 1:18-23)
Nacería en Belén
Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel” (Miqueas 5:2) 
CUMPLIMIENTO:
Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes” (Mateo 2:1)
Es significativo que la profecía puntualice que Jesús nacería en “Belén Efrata” (también conocida como “Belén de Judá”), ya que en tiempos de Jesús existía otra Belén que estaba en la tribu de Zabulón. 

Procedería de Egipto

Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.” (Oseas 11:1) 
CUMPLIMIENTO:
y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.” (Mateo 2:15)
Poco después de nacer Jesús, y debido a la persecución de Herodes, José recibió instrucciones para huir a Egipto. Allí estuvieron hasta la muerte de Herodes, regresando a su país desde Egipto.

Sería ungido por el espíritu de Dios

Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.” (Isaías 11:2) 
CUMPLIMIENTO:
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” (Mateo 3:16-17)
Haría muchos milagros
Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo” (Isaías 35:5-6) 
CUMPLIMIENTO:
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.” (Mateo 9:35)
 A pesar de las señales no pondrían fe en él
¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?” (Isaías 53:1) 
CUMPLIMIENTO:
Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él;  para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?” (Juan 12:37, 38)
Curaría enfermedades
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores” (Isaías 53:4)
CUMPLIMIENTO:
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.” (Mateo 8:16-17)
Les hablaría en parábola y no entenderían
Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.” (Isaías 6:9-10) 
CUMPLIMIENTO:
Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.” (Mateo 13:13-15)
Limpiaría el Templo de ladrones
mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos.” (Isaías 56:7)
¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta casa sobre la cual es invocado mi nombre?” (Jeremías 7:11) 
CUMPLIMIENTO:
Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.” (Mateo 21:12-13)
Entraría en Jerusalén montado en un pollino
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.” (Zacarías 9:9) 
CUMPLIMIENTO:
Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Decid a la hija de Sion: He aquí, tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna, sobre un pollino, hijo de animal de carga. Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima.” (Mateo 21:1-7)
Sería traicionado por un elegido
Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar [talón].” (Salmos 41:9) 
CUMPLIMIENTO:
No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar [talón]. […] Habiendo dicho Jesús esto, se conmovió en espíritu, y declaró y dijo: De cierto, de cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. […] A quien yo diere el pan mojado, aquél es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón.” (Juan 13:18; 21-26)
Sería traicionado por 30 piezas de plata
Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.” (Zacarías 11:12) 
CUMPLIMIENTO:
Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.” (Mateo 26:14-15)
Sería golpeado y escupido
Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos.” (Isaías 50:6) 
CUMPLIMIENTO:
Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban.” (Mateo 26:67)
Enmudecería ante sus acusadores
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.” (Isaías 53:7) 
CUMPLIMIENTO:
Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.” (Mateo 27:12-14)
Sobre su ropa echarían suertes
Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.” (Salmo 22:18) 
CUMPLIMIENTO:
Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.” (Mateo 27:35)
Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados.” (Juan 19:23-24)
Le ofrecerían hiel con vinagre
Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre.” (Salmo 69:21) 
CUMPLIMIENTO:
le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.” (Mateo 27:34)
Le traspasarían el costado
y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.” (Zacarías 12:10) 
CUMPLIMIENTO:
Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y al instante salió sangre y agua.” (Juan 19:34)
No le quebrarían ningún hueso
El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.” (Salmo 34:20) 
CUMPLIMIENTO:
Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas […] Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo.” (Juan 19:33- 36)
Le enterrarían con los ricos
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.” (Isaías 53:9)
CUMPLIMIENTO:
Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús. […] Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña.” (Mateo 27:57-60)
Resucitaría antes de ver corrupción
Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.” (Salmo 16:10)  
CUMPLIMIENTO:
al cual [Jesús] Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Porque David dice de él: […] Porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción. […], [David] habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.” (Hechos 2:24-31)
Dios lo sentaría a su diestra
Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.” (Salmo 110:1) 
CUMPLIMIENTO:
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.” (Hechos 7:55-56)

Los Rollos del Mar Muerto y las profecías mesiánicas

El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto tiene un significado especial para las profecías mesiánicas. La importancia de este descubrimiento radica en su antigüedad. Distintos estudios establecen su escritura entre los siglos III y I a. C. De entre todos los rollos destaca el rollo de Isaías que contiene el libro completo del profeta. Gracias a este descubrimiento tenemos la certeza de que estas profecías existían y eran bien conocidas por los judíos antes del nacimiento de Jesús. De ahí que, cuando Juan el Bautista empezó su predicación “el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo” (Lucas 3:15) 

Debido al valioso significado que tiene el rollo de Isaías, es muy interesante la lectura del capítulo 53 del Gran Rollo de Isaías fechado entre 100 ó 200 años antes de Jesucristo ¡No hay duda que Jesucristo era el Mesías esperado por los judíos!

Traducción del original Gran Rollo de Isaías 53 comenzando con la línea 5 de la columna 44

5. ¿Quién ha creído nuestro anuncio? y ¿sobre quién se ha manifestado el brazo de YHWH? Subirá cual renuevo delante de él
6. y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura [en él] y le veremos, más sin atractivo
7. para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebrantos
8. y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos. Ciertamente nuestras enfermedades él
9. llevó y sufrió nuestros dolores, y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios
10. y abatido. Y él es herido por nuestras transgresiones, y molido por nuestras iniquidades, el castigo
11. de nuestra paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual por su camino
12. se apartó y YHWH cargó en él la iniquidad de todos nosotros. Él fue oprimido y afligido y no
13. abrió su boca, como cordero fue llevado al matadero, y como oveja delante de sus trasquiladores enmudeció, no abrió
14. su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado, y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de
15. los vivientes. Por la rebelión de mi pueblo fue herido
16. Y le dieron impíos para su sepultura y [una palabra garabateada, probablemente el signo acusativo "eth"] ricos en su muerte
17. aunque no hizo maldad, ni hubo engaño en su boca Y YHWH quiso quebrantarlo, causándole padecimiento.
18. Si tú pusieres su alma en expiación por el pecado, verá su semilla y él le alargará sus días, y la voluntad de YHWH
19. será en su mano prosperada. De la aflicción de su alma verá {luz} y quedará satisfecho y por su conocimiento justificará
20. mi siervo justo a muchos, y las iniquidades de ellos llevará. Por tanto yo le daré parte entre los grandes
21. y con los fuertes repartirá despojos, por cuanto derramó su vida hasta la muerte y con los pecadores
22. fue contado, y él, los pecados de muchos llevó, y por sus transgresiones oró
.


__________________________________________
BIBLIOGRAFÍA EN INTERNET
Todo sobre Arqueología
Los Rollos del Mar Muerto
Bible Gateway





miércoles, 13 de enero de 2016

La conquista de Babilonia por Ciro

Yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.” (Isaías 46:9-10)
Se dice que los pronósticos son humanos, pero las profecías sólo proceden de Dios. Mientras que el ser humano a veces es capaz de pronosticar sucesos a corto plazo basándose en el rumbo de acontecimientos actuales; Dios puede ejercer su presciencia para saber sobre cualquier acontecimiento que tenga lugar en el futuro lejano. No sólo eso, sino que puede predeterminar el futuro, es decir, intervenir para que los sucesos se realicen según lo ha decidido. Estos dos factores hacen que sólo Dios tenga la facultad de profetizar, o dicho de otro modo, escribir la historia de antemano.

Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.” (Amós 3:7)
Desde muy pronto, Jehová comunicó mensajes proféticos a sus profetas; y muchas de ellas quedaron registradas en la Biblia. El disponer de profecías cuyo cumplimiento ha sido confirmado por la historia seglar es una importante evidencia de la inspiración bíblica.

En este articulo consideramos una de las profecías más significativas cuyo cumplimiento ha sido atestiguado por varios historiadores antiguos: La conquista de Babilonia por Ciro.


Ciro conquista Babilonia
[Jehová] dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado.” (Isaías 44:28)
Para el tiempo que el profeta Isaías escribió estas palabras, el reino de Judá gozaba de independencia y el templo de Jerusalén mantenía su esplendor. La potencia mundial dominante en aquel tiempo se llamaba Asiria. Sin embargo, debido al proceder de constante rebelión, el mismo Isaías y otros profetas de Jehová vaticinaron algo inimaginable: Babilonia causaría la destrucción de Jerusalén y su templo, y finalmente el destierro de los judíos. (Isaías 39:6, 7; Jeremías 25:9, 11) Fue en este contexto histórico que Isaías transmitió las palabras citadas. Habla de un tal Ciro que sería utilizado por Dios para reedificar Jerusalén y su templo.

Pero antes hemos de saber cuándo se dio esta profecía. Acudimos al testimonio del historiador del primer siglo Flavio Josefo; y por los datos que ofrece podemos determinar que el libro de Isaías se escribió allá por el año 749 a. C. Él mismo señala que “esto fue predicho por Isaías ciento cuarentas años antes de que el Templo fuera destruido.” (Antigüedades Judías, libro XI, capítulo I, sección 2) Es decir, 140 años antes de la destrucción de Jerusalén ¡ya se estaba profetizando su reconstrucción!

Pero sigamos, las profecías sobre Ciro y la conquista de Babilonia contienen varios rasgos que valen la pena examinar a la luz de la historia seglar. 
Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él […] Por amor de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, te llamé por tu nombre; te puse sobrenombre, aunque no me conociste. Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste” (Isaías 45:1-5)
Jehová Dios predice la existencia de Ciro mucho antes de que naciera. Lo llama “ungido” en el sentido de que lo ha nombrado para una comisión. La naturaleza de la comisión queda expuesta cuando Dios dice que ‘lo toma por su mano derecha para sujetar naciones delante de él’. Queda claro que el destino de Ciro sería gobernar naciones. Dios manejará los acontecimientos para que Ciro tenga éxito en sus conquistas, aún sin que el propio Ciro sea consciente de ello.

Ciro hace su aparición en 559 a. C. cuando sucede a su padre como rey de Anshan, ciudad vasalla del reino de Media. Su primera gran hazaña fue su rebelión y posterior conquista de Media, algo que consigue sin dificultad debido a la deserción de las tropas medas, tras recibir el apoyo del comandante del ejército medo. También veremos con qué facilidad triunfa sobre Babilonia. La sorprendente facilidad de estas y otras importantes conquistas hace pensar en la intervención de Dios.
Que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré” (Isaías 46:11)
Teniendo en cuenta el contexto (Isaías 47:1-7), aquí a Ciro se le describe como un ave procedente de Persia, situada en la parte oriental de Babilonia. En muchas biblias se traduce “ave de rapiña”, lo que puede indicar la velocidad con que Ciro se lanza sobre la conquista de Babilonia.

 

El imperio Medo Persa tenía el águila como insignia principal. Los persas solían llevar un águila dorada en la punta de una lanza. (Ciropedia, Libro VII, 1.3)
Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se encerraron en sus fortalezas; les faltaron las fuerzas, se volvieron como mujeres” (Jeremías 51:30)
Cuando Ciro se dirige a Babilonia, antes de llegar a la ciudad, los babilonios le presentan batalla y, tras verse derrotados, abandonan la lucha y se encierran en la plaza fortificada. Gracias a sus altas murallas y los profundos fosos alimentados por el río Éufrates, la ciudad de Babilonia parece inexpugnable. El propio Ciro tras examinar la ciudad se encuentra perplejo, no sabiendo qué hacer para tomar al asalto unas murallas tan fuertes y elevadas. (Ciropedia, Libro VII, 5.7) En previsión de ser sitiados, los babilonios “cuidaron de tener abastecida la ciudad de víveres para muchos años”, Jenofonte dice que “para más de veinte años”; de modo que a los babilonios el sitio les tenía sin cuidado. (Los nueve libros de la Historia, Libro I, CXC;  Ciropedia, Libro VII, 5.13)
Que dice a las profundidades: Secaos, y tus ríos haré secar.” (Isaías 44:27)
Espada contra los caldeos, dice Jehová, y contra los moradores de Babilonia, contra sus príncipes y contra sus sabios […] Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque es tierra de ídolos, y se entontecen con imágenes.” (Jeremías 50:35-38)
Los vados fueron tomados, y los baluartes quemados a fuego, y se consternaron los hombres de guerra.” (Jeremías 51:32)
Los profetas Isaías y Jeremías informan sobre la genial estrategia que servirá a Ciro para tomar la fortaleza de Babilonia: secar las aguas que atraviesan la ciudad. De esta forma, el gran obstáculo que representa el río lo convierte en un aliado para entrar en la ciudad.

Heródoto dice que Ciro tomó la decisión de desviar las aguas del río Éufrates hacia un lago artificial que había en las afueras de Babilonia. Con eso consiguió que el nivel del río bajara lo suficiente para que sus soldados pudieran avanzar a través del río  y penetrar hasta el centro de la ciudad. (Los nueve libros de la Historia, Libro I, CXCI)  Por su parte, Jenofonte dice que Ciro “abrió los fosos al río. Cuando esto estuvo hecho, el agua, en medio de la noche, discurría por los fosos, y el lecho del río que atravesaba la ciudad, era practicable para los hombres.” (Ciropedia, Libro VII, 5.15, 16)
Y embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes, a sus nobles y a sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, cuyo nombre es Jehová de los ejércitos.” (Jeremías 51:57)
El día de la conquista lo describe Heródoto como “un día de fiesta”, donde se “hallaban bailando y divirtiendo en sus convites y festines” (Los nueve libros de la Historia, Libro I, CXCI)

Jenofonte narra que “Ciro oyó que en Babilonia había una fiesta, en la cual todos los babilonios se pasaban la noche entera bebiendo y danzando.” Una vez que el rio se hizo transitable, Ciro dijo a los jefes de su ejército: “avanzamos contra ellos en un momento en que muchos de ellos duermen, muchos están borrachos y todos fuera de puesto; cuando se den cuenta de que nosotros estamos dentro, serán todavía mucho más inútiles que ahora, por el gran susto que van a llevarse.”  (Ciropedia, Libro VII, 5.15, 21)
Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo […]; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán: Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos.” (Isaías 45:1,2)
Para conquistar la ciudad no era suficiente secar el cauce del río, también era imprescindible que las puertas que daban al río estuvieran de algún modo accesibles.

Heródoto cuenta que si los babilonios se hubieran percatado de la presencia de los persas, habrían cerrado las puertas que miraban al río. Esto quiere decir que, -quizá por descuido o más probablemente por el estado general de embriaguez- sorprendentemente los babilonios habían dejado las puertas abiertas. El historiador también coincide sobre el material de las puertas, al decir que en el recinto de los muros había “cien puertas de bronce.” (Los nueve libros de la Historia, Libro I, CXCI, CLXXIX)
Te puse lazos, y fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová.” (Jeremías 50:24)
En un momento cayó Babilonia, y se despedazó; gemid sobre ella; tomad bálsamo para su dolor, quizá sane.” (Jeremías 51:8)
[…] Incendiadas están sus casas, rotos sus cerrojos. Correo se encontrará con correo, mensajero se encontrará con mensajero, para anunciar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada por todas partes.” (Jeremías 51:30-31)
Que la ciudad más inexpugnable del aquel tiempo y que tanta seguridad ofrecía, hubiera de ser tomada “en un momento” parecía realmente increíble. La profecía incluso dice que sería tomada por todas partes sin que el rey se enterase, una declaración inaudita. ¿Sería posible?

Jenofonte relata que precisamente esa era la intención de Ciro: “avanzar ya, para que cojamos a los hombres de la ciudad lo más desprevenidos posible.” (Ciropedia, Libro VII, 5.25)

Heródoto dice que los babilonios fueron sorprendidos por los persas, de modo que mientras los que moraban en el perímetro de la ciudad ya habían sido hechos prisioneros, los que “vivían en el centro ignoraban absolutamente lo que pasaba, con motivo de la gran extensión del pueblo, y porque siendo además un día de fiesta, se hallaban bailando y divirtiendo en sus convites y festines, en los cuales continuaron hasta que del todo se vieron en poder del enemigo.” (Los nueve libros de la Historia, Libro I, CXCI)

Todo fue tan repentino que en aquella misma noche Belsasar, el rey de Babilonia fue muerto (Daniel 5:30) La conquista de Babilonia se realizó en un solo día. Jenofonte lo describe así: “Cuando se hizo de día y se dieron cuenta los que ocupaban la fortaleza, que la ciudad había sido tomada y que el rey había muerto, entregaron también la fortaleza.” (Ciropedia, Libro VII, 5.33)

Tan fácil fue la ocupación que en la inscripción del Cilindro de Ciro encontramos esta expresión: “Sin combate y sin lucha le permitió entrar en la ciudad de Babilonia.”
Yo, el que despierta la palabra de su siervo, y cumple el consejo de sus mensajeros; que dice a Jerusalén: Serás habitada; y a las ciudades de Judá: Reconstruidas serán, y sus ruinas reedificaré.” (Isaías 44:26) 
Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por dones, dice Jehová de los ejércitos.” (Isaías 45:13)
Finalmente, Ciro cumple con el propósito que Dios tenía para él: hacer liberar a los cautivos judíos para que vuelvan a Judá y reconstruyan sus ciudades, a Jerusalén y a su templo (2 Crónicas 36:23 y Esdras 1:7, 8) Josefo confirma que así sucedió, cuenta que cuando le dieron a conocer la profecía referida a su persona, Ciro se quedó “admirado de la inspiración divina”, y “ansió cumplir lo que estaba escrito” en ella, de modo que “reunió a los más ilustres judíos que se encontraban en Babilonia y les dijo que los facultaba para que regresaran a su patria y reedificaran tanto Jerusalén como el Templo de Dios; además quería ayudarlos, y escribiría a los jefes y sátrapas de las regiones vecinas a la de los judíos, que les entregaran oro y plata para la construcción del Templo y ganado para los sacrificios.” (Antigüedades Judías, libro XI, capítulo I, sección 2)

Esto armoniza con la inscripción del Cilindro de Ciro que menciona la restauración de las ciudades sagradas y el regreso de los deportados a sus lugares de origen.
Esta manera de actuar con los pueblos sometidos es muy singular, sobre todo en aquel tiempo. En contraste con aquellos reyes contemporáneos y anteriores, que tan cruelmente trataban a los países conquistados, Ciro se manifestó como un gobernante justo y magnánimo, tratando a los pueblos vencidos con extraordinaria tolerancia, manteniendo sus instituciones y respetando sus sentimientos religiosos. Su forma de ser y de gobernar hizo que incluso historiadores de un pueblo conquistado (Heródoto y Jenofonte) lo tuvieran como el rey ideal. (Ciropedia, Libro I, 1.3; Libro VIII, 8.1) No en vano el Cilindro de Ciro es considerado como el primer documento de derechos humanos.

Cilindro de Ciro

Considerando estas cualidades, inéditas para un monarca de aquel tiempo y a pesar de no pertenecer al pueblo judío, se comprende bien que Dios le tuviera en alta distinción al elegirle mucho antes de su nacimiento, llamarle por su nombre y utilizarle para liberar a su pueblo y reconstruir Jerusalén y su templo.

A modo de resumen, podemos afirmar que la toma de Babilonia por Ciro contiene una sucesión de acontecimientos históricos por si solos extraordinarios:

· El nombre de quién casi doscientos años después sería conquistador de Babilonia y libertador del pueblo judío. (Isaías 44:28)

· La extraña “facilidad” con la que Ciro realizó la mayoría de sus conquistas importantes. (Isaías 45:1, 2)

· La asombrosa estrategia de “secar las aguas” del río para tomar la inexpugnable ciudad de Babilonia. (Jeremías 50:32, 35-38)

· La inexplicable conducta de los babilonios al decidir celebrar una gran fiesta cuando estaban sitiados por las fuerzas enemigas. (Jeremías 51:57)

· El sorprendente “descuido” de los babilonios al dejar abiertas las puertas que daban al cauce del río. (Isaías 45:1, 2)

· Lo que a priori parecía una empresa imposible, la conquista de Babilonia se realizó en una sola noche. (Jeremías 51:8)

· Que un rey de aquella época dejara en libertad a otros pueblos con el propósito de volver a sus lugares de origen y reedificar sus templos. (Isaías 44:26)

Si ya el cumplimiento de cada uno de estos rasgos proféticos por sí solos es algo sorprendente, la realización de todos ellos como parte de un mismo acontecimiento constituye una abrumadora evidencia del origen divino de esta profecía bíblica.

 ________________________________________

Heródoto: Historiador y geógrafo griego que vivió entre el 484 y el 425 a. C. Se le considera el padre de la historia y es autor de la gran obra Historias también conocida como Los nueve libros de historia, primera descripción del mundo antiguo basada en la recopilación de tradiciones orales y hechos presenciales.

Jenofonte: Historiador y filósofo griego que vivió entre el 431 y el 354 a. C. Entre sus obras, por su interés bíblico destaca Ciropedia, obra de ocho libros calificada de ficción biográfica donde narra la vida de Ciro.

Flavio Josefo: Historiador judío que vivió entre el 37 y el 101 d. C. Sus obras más conocidas son: La guerra de los judíos y Antigüedades judías. Esta última consta de 20 libros y es una narración de la historia judía dirigida a lectores gentiles.


BIBLIOGRAFÍA
Heródoto. Los nueve libros de historia
Jenofonte. Ciropedia
Flavio Josefo. Antigüedades judías

BIBLIOGRAFÍA EN INTERNET
The British Museum
Bible Gateway





sábado, 9 de enero de 2016

Arqueología bíblica

Se denomina “arqueología bíblica” al hallazgo y estudio de objetos materiales relativos a hechos, lugares y personajes descritos en la Biblia. La arqueología bíblica tiene varios propósitos, como es ayudar a conocer los idiomas bíblicos, añadir significado a sucesos narrados en la Biblia o revelar la cultura de los pueblos contemporáneos al Israel bíblico. No obstante, en este artículo nos centramos en el papel de la arqueología al corroborar la historicidad bíblica.

Exceptuando los manuscritos bíblicos tratado en un artículo anterior, consideramos aquí algunos de los más importantes hallazgos arqueológicos relacionados con la Biblia:


La Piedra Moabita
También conocida como “La estela de Mesa”. Data alrededor del año 850 a. C. Describe la versión moabita de la victoria del rey Mesa sobre Israel (2 Reyes 3:4-27) Menciona por nombre personajes y lugares bíblicos, entre ellos: Mesa, Omri, Medeba, Atarot, Nebo y Jahaza.
De especial interés es la mención del nombre de Dios “Yahweh”, quizás el registro extra-bíblico más antiguo que se conoce del nombre divino.



El Cilindro de Ciro
Pieza de arcilla de forma cilíndrica. Data de 559-529 a. C.
En las líneas 22 al 34 se lee como el propio Ciro describe su política de permitir a los pueblos deportados que residían en Babilonia regresar a su lugar de origen. Esto hizo que los judíos pudieran volver a Palestina. (2 Crónicas 36:23; Esdras 1:1-3) Es de resaltar que, unos 200 años antes el libro de Isaías mencionó a Ciro de forma profética. (Isaías  44:28; 45:1; 2 Crónicas 36:23)


Túnel de Siloam
También llamado “Túnel de Ezequías”
Está ubicado en Jerusalén y data alrededor del año 700 a. C.
Fue construido por orden del rey Ezequías para asegurar la provisión de agua en Jerusalén (2 Reyes 20:20; 2 Crónicas 32:30). Dentro del túnel se descubrió una inscripción escrita en hebreo antiguo que describe la construcción del túnel.


El Prisma Taylor
Conocido también como el “Prisma del rey Senaquerib”
Data alrededor del año 690 a. C.
Describe las victorias de Senaquerib desde su punto de vista. Incluye la invasión de Judá cuando Ezequías era rey, además del tributo que éste tuvo que ofrecer al rey asirio. (2 Reyes 18:13–19:37; 2 Crónicas 32:1-22; Isaías 36:1–37:38)


El Obelisco Negro de Salmanasar

Data alrededor del año 827 a. C.
Describe los tributos que Salmanasar III, rey de Asiria, recibió de los reinos sometidos. Entre éstos, menciona expresamente haber recibido tributo de Jehú, rey de Israel. Se incluye un relieve que supuestamente representa a un enviado de Jehú ofreciendo el tributo al rey de Asiria.


La Crónica de Nabonido

Se le conoce también como “Crónica de Ciro-Nabonido”. Se trata de una tablilla cuneiforme que data de entre los siglos IV- I a. C.
Describe la conquista de Ciro sobre Babilonia. Detalla dice que “el ejército de Ciro entró en Babilonia sin combate” (Jeremías 51:30). También refiere que Nabonido estaba en Arabia mientras el príncipe heredero (Belsasar) permanecía en Babilonia. Al comparar con otros documentos se desprende que Nabonido compartió su reinado con Belsasar. Este dato no solo corrobora información bíblica, sino que ayuda a entender las palabras de Daniel cuando hace referencia al mandato de Belsasar de proclamar a ‘Daniel como el tercer señor del reino’ (Daniel 5:29)


Relieve de Sisac
Es un muro donde representa jeroglíficos y dibujos egipcios. Data alrededor del 943 al 922 a. C.
Este relieve conmemora las conquistas del faraón Sisac (mencionado varias veces en la Biblia) sobre Israel y Judá. (1 Reyes 14:25; 2 Crónicas 12:1-4) Las conquistas son simbolizadas por 156 prisioneros, donde cada uno representa una ciudad o aldea capturada. Uno de estos lugares es el “Campo de Abrán”, una de las referencias extra-bíblicas más antiguas del patriarca Abrahán.


El Arco de Tito
Arco de triunfo situado en Roma adornado con relieves. Data aproximadamente del año 81 d.C.
El arco conmemora la victoria de Tito contra los judíos, donde se representa el saqueo y destrucción de Jerusalén y su templo en el año 70 d.C., acontecimiento predicho por Jesús (Lucas 19:43, 44; 21:20) 
En el Arco se distingue a los soldados en cortejo triunfal llevándose el candelabro de siete brazos, objeto sagrado y auténtico símbolo del pueblo judío.


Además de éstos, hay cientos de personajes o lugares bíblicos que han sido corroborados por descubrimientos arqueológicos, como por ejemplo: Acab, Acaz, Arquelao, Asuero, Balaam, Baruc, Caifás, los hijos de Coré, Darío, David, Diana (Ártemis), Ebrum, Hananías, Heber, Lisanias, los hititas, Manasés, Mardoqueo, Nabucodonosor, Pablo, Poncio Pilato, Sargón, Sergio Paulo, Tiberio César, Acad, Arad, Azekah, Bet-el, Capernaúm, Corazín, Dan, Ecrón, Éfeso, Gat, Gaza, Gezer, Hazor, Hesbón, Jericó, Jope, Laquis, Nínive, Siquem, Susa.

Omisiones y discrepancias

Pero a pesar del creciente número de hallazgos arqueológicos que respaldan la historicidad de la Biblia, todavía quedan muchos personajes o lugares que, de momento, no tienen mención en ningún descubrimiento arqueológico. De los que sólo se mencionan alguna vez y carecen de relevancia en el contexto bíblico no sería razonable esperar hallazgos arqueológicos para confirmar su carácter histórico. Incluso es posible que algunos o muchos de estos nunca se registraran en formato arqueológico.

¿Qué podemos decir de los nombres bíblicos de cierta importancia y qué aún carecen de confirmación arqueológica? ¿Hemos de dudar de su existencia? Esta cuestión se ha planteado en numerosas ocasiones. Personajes de más o menos importancia en la Biblia como David, Belsasar o Poncio Pilato, entre otros muchos, han sido considerados ficticios simplemente porque aún no se disponía de evidencia extra-bíblica. Sin embargo, sólo hubo que esperar a que los arqueólogos continuaran su trabajo hasta descubrir pruebas que “atestiguaran” la existencia de esos personajes. En vista de esto, no hay por qué dudar de la historicidad de personajes y lugares que sólo se mencionan en la Biblia. Sencillamente se impone una actitud de espera hasta que surjan hallazgos arqueológicos que lo acrediten.

Sin embargo, a pesar del volumen de descubrimientos que hay en el ámbito de la arqueología bíblica, es un hecho que los hallazgos arqueológicos y sus correspondientes interpretaciones no siempre armonizan con la Biblia. Por ejemplo, en el mencionado “Prisma Taylor”, sobre la invasión de Judá, el rey asirio Senaquerib menciona que se llevó no menos de 200.150 prisioneros e impuso al rey Ezequías un tributo anual de 30 talentos de oro y 800 talentos de plata entre otros tesoros valiosos. La Biblia concuerda en la cantidad de los talentos de oro, pero cuenta los talentos de plata en 300 (2 Reyes 18:14) Tampoco hay constancia bíblica sobre los prisioneros. En cambio sí se menciona una aplastante derrota sufrida por Senaquerib cuando “el ángel de Jehová” en una noche derribó a 185.000 en el campamento de los asirios (2 Reyes 19:35, 36)

Para entender esta discrepancia, cabe tener en cuenta una característica muy extendida entre los gobernantes de la antigüedad: a la hora de registrar sus crónicas eran muy propensos a exagerar sus victorias y engrandecer sus éxitos; y por el contrario, muy olvidadizos cuando se trataba de fracasos o derrotas. Sus registros históricos, lejos de ser honestos, a menudo eran pura propaganda oficial dirigida a la posteridad. Esta característica aún común en tiempos modernos, hace que esos “registros históricos” resulten poco fiables a la hora de constatar los detalles de un acontecimiento. En cambio, la Biblia presenta honestidad en sus relatos. Los escritores no tuvieron ningún reparo en describir y señalar las derrotas de Israel, los errores y faltas de sus dirigentes y hasta de sí mismos. (Números 20:7-12; 2 Crónicas 36:15, 16; Mateo 26:56)

Por tanto, y volviendo al ejemplo del rey Senaquerib, se comprende por qué la diferencia en la cantidad de talentos de plata, así como en la gran cantidad de prisioneros no mencionados en la Biblia, que en palabras del profesor Olmstead, es atribuido a “la imaginación exuberante del escriba asirio”, al que por otro lado “se le pasa por alto” la aplastante derrota que costó la vida a 185.000 asirios*. Así pues, nos merece más confianza la versión bíblica que la jactanciosa versión del rey de Asiria. Este razonamiento lo podemos aplicar en muchas de las discrepancias que hay entre inscripciones arqueológicas y su correspondiente narración bíblica.

Por último, es oportuno mencionar que la arqueología, al tratarse de una disciplina donde a menudo se mezclan hechos objetivos e interpretación, el componente humano suele estar presente. Cuando esto es así, los arqueólogos a veces sucumben consciente o inconscientemente a inclinar sus líneas de investigación hacia hipótesis de preferencia personal. Como dice la obra The World of the Old Testament: “Los arqueólogos son más objetivos cuando desentierran los hechos que cuando los interpretan”. Esto ha provocado que algunas interpretaciones arqueológicas hayan tenido que cambiarse al producirse nuevos descubrimientos; lo cual nos lleva a pensar que las “teorías arqueológicas” nunca han de verse como verdades incuestionables, sino como información de interés que ha de considerarse con la debida prudencia.

A pesar de esto, podemos decir que existen multitud de datos arqueológicos que demuestran que el texto bíblico es veraz con los acontecimientos históricos narrados y las ubicaciones geográficas. Además, teniendo en cuenta que la arqueología es una ciencia relativamente nueva, es de esperar que con el tiempo la arqueología bíblica nos procure mucha más información que confirme la autenticidad de la Biblia.

* Es interesante que el historiador griego Heródoto explica esta derrota por la propagación de la peste provocada por una invasión de ratas. Cabe la posibilidad que el ángel de Jehová se valiera de ese medio para derribar al ejército asirio.


BIBLIOGRAFÍA
Jenofonte. Ciropedia
Castel, Francois. Historia de Israel y de Judá
Liverani, Mario. Más allá de la Biblia
Jacques Briend, Olivier Artus, Damien Noël. Arqueología, Biblia, Historia


BIBLIOGRAFÍA EN INTERNET
The British Museum
Livius
Bible History
Todo sobre Arqueología
Lugares bíblicos






sábado, 2 de enero de 2016

Conservación del texto bíblico - II

Copias del Nuevo Testamento

Se ha de reconocer que en los manuscritos existentes del Nuevo Testamento abundan las variaciones textuales provocadas sobre todo por el error humano y el gran número de copias que se han hecho y que, con el tiempo, han reproducido e incrementado estas variaciones.

Para tratar este problema, los expertos han elaborado la disciplina denominada crítica textual, que consiste en el estudio y comparación de los manuscritos disponibles con el fin de obtener lo más fielmente posible el texto original. Para conseguir este objetivo, la crítica textual emplea diversos criterios: antigüedad, lugar geográfico, origen de la información, prácticas y costumbres de los copistas, etc. De este modo se hace posible identificar y corregir cualquier variación significativa.

Pero como fácilmente se adivina, la posibilidad de conseguir el texto original es directamente proporcional al número de manuscritos disponibles y a la antigüedad de los mismos. ¿Se dan estos requerimientos en los manuscritos del Nuevo Testamento?

En primer lugar, el número de manuscritos del N.T. que tenemos es mucho mayor que el de cualquier otra obra de literatura antigua, exceptuando el A.T. Existen más de 5.500 manuscritos griegos y leccionarios (pasajes bíblicos usados para leerlos en oficios religiosos) ya sea completos o fragmentarios.

En segundo lugar, el tiempo transcurrido de los primeros manuscritos de sus autógrafos (escritos originales) es muy corto. El Códice Sinaítico escrito alrededor de 350 d.C. es la copia más antigua que tenemos de todo el N.T., pero incluso existen fragmentos fechados a principios del segundo siglo, tan sólo unos 40 años después de escribirse el original.

En tercer lugar, a diferencia del A.T., los libros del Nuevo Testamento no tuvieron que esperar mucho para ser traducidos. La cantidad de manuscritos descubiertos en otros idiomas asciende a más de 8.000, cuyas versiones más antiguas datan del alrededor del año 180 d.C.

En cuarto lugar, tenemos el valioso y abundante testimonio de los escritores cristianos comúnmente conocidos como “los padres de la iglesia”. Las obras de estos escritores contienen tantas citas directas del N.T. (más de 32.000), que algunos expertos han opinado que “si todas las fuentes de nuestro conocimiento del Nuevo Testamento fuesen destruidas, éstas serían suficientes por sí solas para reconstruir prácticamente todo el Nuevo Testamento” (Bruce Metzger).

Todos estos factores proporcionan una cantidad tan extraordinaria de información que asegura la confirmación de disponer en esencia del mensaje original del Nuevo Testamento. Tampoco se ha de olvidar que los manuscritos antiguos del siglo II y III que han sobrevivido a nuestros tiempos, son los mismos que los cristianos contemporáneos utilizaron para fundamentar sus profundas creencias, otorgándoles de este modo la misma credibilidad que a los escritos originales. Esto añade una evidencia más a su veracidad.

Como conclusión sirva la cita de Frederic Kenyon, que con relación a unos papiros bíblicos escribió:
“La primera y más importante conclusión que se obtiene de examinarlos es la conclusión satisfactoria de que confirman la solidez esencial de los textos existentes. No se muestra ninguna variación sorprendente o fundamental ya sea en el Antiguo o el Nuevo Testamento. No hay omisiones o adiciones importantes de pasajes, y ninguna variación que afecte hechos o doctrinas vitales. Las variaciones del texto afectan asuntos leves, como el orden de las palabras o las palabras exactas que se usan.”

Una pregunta legítima

Hay una pregunta que merece legítima consideración: Dado que la Biblia se produjo por voluntad divina, ¿no pudo Dios conservar los manuscritos originales, al menos las “dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios”? (Éxodo 31:18) También Jesús pasó todo su ministerio impartiendo enseñanza inspirada, pero lamentablemente no dejó nada escrito. Hubiera sido muy de agradecer disponer de las enseñanzas de Jesús escrita “de su puño y letra” ¿Quién mejor que él para hacerlo? Pero dejó que esa tarea la realizaran sus discípulos con sus inevitables errores e incertidumbres. ¿Por qué optó Dios por dejar el registro y conservación de Su Palabra en manos de los hombres?

Se podría argumentar que hay inclinación natural de los hombres a idolatrar cualquier cosa de naturaleza divina. Si tuviéramos los escritos directos por Dios o Jesús en algún soporte duradero, es seguro que se utilizarían como objetos de adoración, algo que está en clara oposición a la voluntad de Dios (Éxodo 20:4)

Por otro lado, tengamos presente que el contenido del mensaje bíblico es de naturaleza espiritual. Como bien dice William Barclay: “en la Biblia se establece un contacto especial entre Dios y el hombre. De alguna manera, Dios y el hombre se encuentran en la Biblia. […] En un sentido único, la Biblia es el punto de reunión entre el Espíritu de Dios y el espíritu humano. Esta es la primera base esencial de cualquier doctrina de revelación e inspiración”

Por lo tanto, si el propósito inicial de la Biblia es que el hombre pueda contactar con el espíritu de Dios, es indiferente el soporte de la escritura o el autor material de esta. No hay ninguna objeción real para que Dios transmita Su espíritu a través de escritos producidos y reproducidos  por sus profetas, hombres que de verdad amaban y obedecían a Dios. Porque lo importante para nosotros es contactar con Su espíritu, éste se deja hallar en escritos humanos, a pesar de sus peculiaridades e inevitables imperfecciones.

Luego, la finalidad de los escritos divinos no se siente afectada por el soporte o la escritura, sino por el mensaje espiritual que transmiten esos escritos.

Códice Sinaítico



BIBLIOGRAFÍA
Armstrong Cox, Sergio. Introducción a la Biblia I y II
Wesley Comfort, Philip. El origen de la Biblia
Fyvie Bruce, Frederick. ¿Son fidedignos los documentos del Nuevo Testamento?
Mcdowell, Josh. La fiabilidad de la Biblia
Paredes, Geycer. Historia de la Biblia
William Barclay. Introducción a la Biblia
BIBLIOGRAFÍA EN INTERNET